Juan de los Muertos | Películas de zombies

 

¿Alguna vez despertaste y de pronto te encontraste en un país con crisis económica y social? ¿Calles llenas de manifestaciones apoyando a cierto régimen político, o en contra de él? ¿Medios de comunicación que modifican la verdad para “informar” a la gente? ¿Personas que siempre encuentran una oportunidad para sacar algún beneficio de todo este caos?

Sí contestaste que sí, probablemente crees que hablo de México en tiempos electorales. O bueno, en México todo el tiempo. ¡Pero no!

 

Estoy hablando de Cuba. Con zombies.

Pensándolo bien, sí podría ser parecido a nuestra realidad.

 

En Juan de los Muertos, esto es precisamente lo que sucede. O bueno, más o menos. De pronto, sin explicación aparente (como si necesitáramos una), el apocalipsis zombie se desata en la isla, alterando la rutina de un pescador y sus amigos. 

Si has visto películas o leído libros de zombies, seguramente te has preguntado qué es lo que harías tú:

1. Quedarte en tu casa y esperar que pase el caos.
2. Reunir provisiones y armas para escapar lo más lejos posible.
3. Quedarte un rato a volar cabezas de zombies. Just for the LOLs.

 A mí no me engañas. Seguro has pensado en la opción C. Pues estás chavo. Porque Juan, el protagonista, va aún más allá: 

4. PONER UN NEGOCIO.

 

 

Aquí el empresario en su oficina. Genio.

Creo que el slogan “Matamos a sus seres queridos” es bastante obvio. Nadie quiere deshacerse de algún ser querido que recientemente se haya convertido en un zombie. Estos muchachos, por una módica cantidad se encargan del asunto a domicilio. 

 

 

Se trata de un grupo pequeño, formado por Juan (duh), su mejor amigo Lázaro y su hijo, y “la China”, quien no se separa de su… mm… de su… digamos, servicial compañero, que se hace llamar “el Primo”. 

Por cierto, puntos extra para el personaje de Lázaro. Tiene como una onda tipo Zack Galifianakis cubano. Sí, el de The Hangover. Y sus idioteces te harán reír mucho también. 

Muy al estilo de videojuego de zombies (léase Left 4 Dead), cada miembro del equipo tiene su arma favorita para hacer el trabajo:

• Juan tiene un remo y unos chacos
• Lázaro un par de machetes
• Su hijo Vladi un bat
• La China una resortera (¿WTF???)
• Y el Primo, pues… está muy mamado y ya. 

Y no. No me he olvidado de ella:

 

¿Cómo podría hacerlo? ¿CÓMO???

Se llama Andrea Duro (no la googlees abajo te dejo un link con algunas fotitos). Ella da vida al personaje de Camila, hija de Juan. Es rápida, ruda e inteligente, y puede matar básicamente con lo que sea, pero prefiere las hachas cortas. Y como ya sé que no estás leyendo esto con tanta atención, mejor ahí va otra foto de mientras:

 

Atrás! Yo la ví primero. 

¿Ya? ¿Puedo seguir? Está bien. Me espero…

Juan de los Muertos puede ponerte de muy buen humor, tanto por los chistes en sí mismos, como por otras cosas: los efectos especiales de película noventera de bajo presupuesto, la actitud hasta cierto punto relajada del anti-héroe, escenas épicas del estilo Top Gear y muertes totalmente absurdas.

 

Creo que hay pocas cintas de zombies específicamente pensadas como comedias. O al menos pocas que, además del buen humor, resalten cosas particulares de la cultura del país donde las crean. ¿Cómo olvidar la inglesa Shaun of the Dead, la muy gringa Zombieland, o la española REC 3? (Sí, dije REC 3; perdón pero eso a NADIE le da miedo, sino risa). Y ése es uno de sus mayores aciertos. La historia tiene sus baches, por supuesto, incluso es lenta y por momentos totalmente intrascendente. Pero, vamos, es una comedia de zombies, no podemos ponernos quisquillosos. Y además, no puedes dejar de reírte de cosas tan ciertas como de que todo el mundo se queja del transporte público, o de cómo, en palabras de mi novia Camila (sí, mi novia, ya dije, se aguantan), “…a este país le pasan muchas cosas, pero nunca cambia”. Porque si no nos reímos ¿qué nos queda?

¿Quién sabe? A lo mejor todos somos sobrevivientes, como Juan. O tal vez no nos hemos dado cuenta y tenemos más de zombies de lo que quisiéramos. Mejor no te malviajes por eso. Ve a ver Juan de los Muertos y ríe mil. 

Provechito.

Y lo prometido es deuda, aquí la galería de fotos de Andrea Duro