La escenea que están a punto de ver es una obra maestra de terro que ni el propio Alfred Hitchcock pudo haber imaginado. Unos pubertillos deciden hacer que su visita a la playa terminara con una experiencia muy cagada , literal, no, en serio literal. Estos compas lo que hicieron fue darles laxantes a las gaviotas (sin alusión a figuras políticas mexicanas) que por ahí andaban para desatar un infierno de mierda sobre los paseantes.
Como buen macho que soy puedo apreciar el valor de una buena y original broma, además de que es muy épico cuando la gente sale corriendo con cara de que pedo. Échen ojo y recuerden cerrar la boca cuando volteen hacia arriba.
Si en algún punto de sus vidas deciden recrear lo que ven aquí es su pedo, yo no me hago responsable, salud!
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