En estos días hay dos preguntas que muchos nos hacemos. La primera: ¿todavía está bien visto desear feliz año nuevo, o es pura ridiculez? Según su servidor, después de Día de Reyes ya no aplica (como tampoco el chiste chafa de “no te veo desde el año pasado”, ya maduren).
La segunda pregunta es: ¿hay todavía quien a estas alturas no ha visto El Hobbit?
Si eres nerd tolkienano (ja, enano) como yo, seguramente ya la viste por lo menos dos veces: una en versión normal y la otra en formato 3D HFR IMAX HIPERMEGAcalifragilísticoespiralidoso. Digo, aunque haya sido nomás para comparar, o por curiosidad. Bien por ti. Puedes leer esto y estar de acuerdo (o no). Y también puedes ayudarme a recomendársela a quienes no lo han hecho (o no).
Si no te queda muy claro de qué va lo de los 48 fps, puedes checar una explicación aquí. Básicamente es súper alta definición, pero en pantalla grande. La sensación de ver una película en este formato es parecida a ver un blu-ray en pantalla full HD (1080p)… pero como chingomil veces más grande (no, no sé cuánto exactamente, y no quise googlear, lo siento).
Esto es bueno ¿no? … Lo es, la mayoría de las veces. Por supuesto que antes de ver El Hobbit me aventé un maratón del Señor de los Anillos. No lo había hecho “en alta definición”, y aunque casi todo se ve excelente (como los exteriores, los trajes o algunos close-ups), no siempre es así. Hay cosas que no se ven taaan bien. Te das cuenta de que muchas cosas son utilería, o maquetas, o incluso que son escenas sobrepuestas en pantalla verde. Cosa que ya sabemos, pero no necesitamos que nos lo recuerden. Y ni hablar de algunas tomas donde el “uncanny valley” se hace presente. Ya sabes, esa sensación extraña de una realidad que está tan bien simulada que provoca una cierta incomodidad en el espectador. Pues ése era mi mayor miedo con El Hobbit.
[Aunque también sirve para que unos cuantos carpinteros se sientan MUY orgullosos.]
Qué bueno que me equivoqué. La nueva cinta de Peter Jackson se ve INCREÍBLE. En serio, si eres fan de los libros de Tolkien, es algo que no debes pasar por alto. En algún lugar (o sea, twitter) leí que la resolución es tan alta que parecía que en Middle Earth eran muy fans del “angel face”. Yo creo que tendrías que ir exclusivamente a fijarte en eso para darte cuenta. Todo se ve perfecto. Todo. Claro, con diez años de diferencia con respecto a LOTR, era lo mínimo que podríamos esperar; había dudas, sí, pero por lo menos para un servidor no defraudó en absoluto. Es más, con decir que no me encantan las películas en 3D y a pesar de eso la vi así. Fuera de Hugo, Avatar y tal vez Toy Story 3, considero que la gran mayoría de las cintas en 3D no cumplen la expectativa. El Hobbit no es lo máximo en este sentido, pero cumple; no se siente el recurso forzado ni chafamente aplicado.
Ok, ya. Vamos con la reseña.
1. La historia.
Si aún no tienes ni idea de qué va esto, la trama es bastante sencilla: Un grupo de enanos busca recuperar su reino, el cual les fue arrebatado por un dragón que se ha instalado ahí y ahora se la pasa nadando y durmiendo en las montañas de oro que por derecho les pertenecen. Para lograr su objetivo, los enanos necesitan la ayuda de un ladrón experto. Gandalf, sin duda bajo los efectos de su pipa, decide que un hobbit es la mejor opción, y se aprovecha de las subconscientes tendencias suicidas que al parecer corren por la sangre de los Baggins, enjaretándole la misión al pobre Bilbo.
[Comienzo a pensar que los Baggins evolucionaron a partir de los lemmings.]
Bilbo Baggins está interpretado (excelentemente, por cierto) por Martin Freeman. Si no lo ubicas, lo puedes ver junto a Zooey Deschanel (*agita el puño*) en The Hitchhiker's Guide to the Galaxy y como un actor porno en el ya famoso chick-flick navideño Love Actually.
Está chido que…
…como buena adaptación, la historia que vemos en pantalla no se aleja demasiado de la original. Siempre he dicho que El Señor de los Anillos, con todo y sus cerca de 12 horas de duración (versión extendida) es una de las mejores adaptaciones de un libro al cine. Pues El Hobbit es fiel también, al menos en lo esencial. Y además se da el lujo de ligar la historia de La Comunidad del Anillo con un cameo de Elijah Wood. Todo bien.
["A ver tío, ya neta, neta... ¿qué pasó realmente en Lonely Mountain?"]
No está tan chido que…
…dure 3 horas. Debo confesar que la segunda vez que la vi hubo un momento en que empezaba a cabecear (#esquetengo32). Tampoco está tan chido que vaya a ser una trilogía. En serio, no lo veo necesario. Honestamente no tengo tan fresco el libro en la memoria, pero estoy seguro que no da para tres películas, con 2 era suficiente. Y tampoco estoy seguro de algunas cosas que suceden, por la misma razón. Ya sé, shame on me. Pero mi geek interno me dice que algo, en algún punto entre lo de Azog (el líder de los orcos) y lo de Rivendell, no está del todo bien con la trama.
[Cosa que comprobé gracias a la diosa Wikipedia. Pero bueno, ya es ponernos muy exquisitos.]
2. Los personajes.
Está chido que…
…aparezcan chingos de personajes de la mitología tolkienana (ja, enana). Además de los ya conocidos Gandalf, Galadriel, Saruman, Elrond, aquí tenemos la oportunidad de conocer mejor a los enanos. Obviamente, no es nada fácil identificarlos, de hecho rara vez son aludidos individualmente (si acaso me acuerdo de Balin, Fili y Kili, y Bofur)… a menos que antes hayas estudiado este práctico diagrama. Son bastante cagados la mayoría del tiempo, y le dan el toque de humor a la cinta, igual que Gimli en LOTR.
[Y sin duda han de armar unas pedas épicas.]
El líder de la expedición, Thorin Oakenshield (así o más badass su escudo, btw) es uno de los co-protagonistas. Me gusta el tratamiento que se le dio, lo muestran como una especie de Aragorn de los enanos: el héroe, el heredero al trono, ya sabes, todas esas cosas mitológicas y épicas. Casi podría asegurar que buscaron a alguien que tuviera un aire de Viggo Mortensen –a escala- para el papel, pero igual y ya estoy imaginando cosas.
[Igual que Aragorn, se ve que también le gusta eso de los trajes finos y las pieles.]
Y Gollum. Aaaah… Gollum. Ya sabemos que su participación en la historia del Anillo es clave, y aquí nos la narran a detalle. Sin duda las suyas son mis escenas favoritas, desde el momento en que aparece hasta que Bilbo toma esa decisión que sin saberlo marcará profundamente la vida de los habitantes de Middle Earth. Ya en El Retorno del Rey, Sméagol se había convertido en un personaje entrañable. Podíamos apreciar cómo había sido consumido por el poder del anillo, pero al mismo tiempo ver rastros de candidez, incluso nobleza.
Aquí no. De acuerdo a este timeline, los sucesos del Hobbit ocurren casi 80 años antes de los eventos en El Señor de los Anillos, por lo cual podemos ver un Gollum malvado, totalmente enajenado por la influencia del anillo. Un Gollum cuyo lado oscuro y salvaje es mucho, mucho más dominante y al que no le queda señal alguna de inocencia o bondad.
[¿Qué me ves? ¿QUÉ? ¿QUIERES MADRAZOS?]
No está tan chido que…
…el pobre de Thórin no tenga la personalidad que nos hacen entender que tiene. O que no la demuestre siempre, vaya. Por momentos es este líder implacable que inspira a los suyos, pero… no sé si lo quisieron retratar como muy voluble, o inseguro, o… no sé, hay momentos en los que casi se lo zapean entre Gandalf y Elrond, y eso no está tan padre, considerando que, pues, es el líder ¿no?
3. Secuencias de acción y referencias.
Está chido que…
…las batallas sigan la misma tónica de LOTR. No sólo en ritmo, sino también visualmente. Y sobre todo en HFR, todas las escenas de acción se disfrutan enormemente. La batalla de Érebor, la cueva de los goblins, el bosque con los lobos… ¿y qué tal la destrucción causada por un dragón que nunca vemos? Uuuff. Maldito Peter Jackson, cómo te gustan los teasers.
[¿¿¿2013??? ¡¡¡Pero yo la quiero YAAA!!!]
Otra cosa que vas a disfrutar mucho, sobre todo si viste LOTR, son esas pequeñas referencias a la saga del Anillo. Desde el cameo de Frodo que ya mencioné, hasta el momento en que el Anillo sale a cuadro por primera vez, y se escucha la tonadita característica. O la primera vez que alguien “se pone” el anillo. O esa historia de los trolls que Bilbo les cuenta a unos niños hobbit en La Comunidad del Anillo. Incluso ese momento épico de catarsis que ha causado tanto debate, y por el que muchos Tolkien-fans somos tachados de insoportables. [SPOILER ALERT]
[Aquí unos trolls discutiendo sobre el polémico asunto.]
No está tan chido que…
…a veces tanta secuencia de acción, y tan larga, llega a cansar. Ahí está. Lo dije. No sé, en la cueva de los goblins, por ejemplo, no me hubiera quejado si se hubieran editado unos cuantos minutos. Lo mismo pasa con cierta travesía por las montañas de piedra, o en Rivendell (luego por qué la gente dice que los elfos son de lo más aburrido). Digo… no es que estén mal, mal lo que se dice mal, es sólo que hay que buscar un balance. Que sí lo hay, pero no es necesariamente evidente.
[Cuando un niño se ríe en tu escena de acción, algo estás haciendo mal.]
¿Sabías que el Anillo tiene voluntad propia? ¿sabías que es eso lo que lo hace resbalar casualmente por el dedo de quien lo porta, y que cuando cae lo hace en el lugar preciso, o sea… dicho dedo? Ajá, como en el dedo de Frodo y el de Bilbo. Pues la gente que pusimos atención a la voz de Galadriel en la introducción de La Comunidad del Anillo, y que además leímos esto en los libros sí lo sabemos. ¿Ves cómo con unas cuantas palabras ya me volví insoportable? Todo este choro me lo habría ahorrado si Peter Jackson se hubiera tomado la molestia de agregar un par de minutos para explicar los efectos y poderes del anillo un poquito más detalladamente (y lo mismo con lo del spoiler que dije antes). Película de 170 minutos, 173, 175… qué más daba.
[No, esto no es casualidad.]
Conclusión.
De sobra está decir que si no te gustan las películas épicas, míticas, cómico-mágico-musicales, mejor no veas El Hobbit. Dura 3 horas que no vas a disfrutar.
Por otro lado, si eres fan no sólo de Tolkien, sino también del género, pues qué te digo: hasta se te va a salir una que otra lagrimDIGO, NADA.
Si estás en un extraño punto intermedio, yo digo que si tienes 3 horas libres definitivamente debes verla. Al menos por la curiosidad del formato de 48fps. Es una buena historia. Más allá de los efectos, la acción o la música, es un relato sobre alguien que enfrenta sus propios miedos y se da cuenta de que es más fuerte de lo que pensaba; y termina por emplear esa fuerza no sólo en su beneficio, sino en el de los demás.
[Y eso se merece, mínimo, que te hagan un monito de Lego.]
Ya sé, parece novela barata de superación personal, pero te juro que no lo es. Al final, Tolkien es eso: el uso de alegorías fantásticas como método para identificar al lector (o espectador) con su propia humanidad, con todos sus defectos y virtudes.
Y si de plano consideras que todo esto es totalmente intrascendente para tu existencia… por favor avísame cuándo planeas conquistar el mundo, porque seguramente eres pariente de Sauron.
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