El Santos vs. La Tetona Mendoza

Estaba un día el Capitán Mantequilla, rascándose la panza, cuando... de repente se acordó que tenía que decirles unas cuantas razones por las que deben ver "El Santos vs. La Tetona Mendoza". Así que aquí van:

1. Un héroe local.

Hay hombres cuyas proezas trascienden todos los límites. Héroes cuyo código de valores es tan fuerte que siempre anteponen el bienestar de quienes los rodean. Individuos cuya máxima prioridad es proteger y servir a su prójimo, de forma absolutamente desinteresada. Gente cuyas acciones sirven de inspiración para la humanidad. Hombres cuyo nombre es sinónimo de leyenda. Hay héroes... y el Santos.

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En la imagen: heroismo puro.

"El Santos..." está basada en las famosas tiras cómicas publicadas en el periódico La Jornada, de los también famosos moneros Jis y Trino. Se trata de un superhéroe panzón, chaparro, despistado, valemadrista, mariguano, malhablado... Tan héroe como puede serlo un luchador de la clase media mexicana. Es un héroe común y corriente (más corriente que común), pero eso no le quita una de las características principales de cualquier mexicano (o casi cualquiera): el ingenio.

Lo de hoy son los sesos en bolsita.

Como todo héroe, el Santos tiene a su fiel patiño, el Cabo Valdivia, quien no sólo lo asiste cuando lo necesita, sino que también lo cuida ("ponte un suéter", priceless). Por supuesto, también está el indispensable archirrival, el Peyote Asesino. Y la mujer por cuyo amor el Santos haría lo que fuera: la Tetona Mendoza.

Su relación es un poco complicada.

2. Acción, zombies y futbol.

La historia tiene de todo. Y cuando digo de todo es TO-DO. La trama es un tanto caótica y hay cosas que no tienen tanto que ver una con otra, pero igual las incluyeron. Vaya, ¿de verdad a alguien le importa? Veamos: tenemos un héroe enmascarado, explosiones, persecuciones, zombies, extraterrestres, un partido de futbol, hasta un número musical masivo con gente como Moderato y Julieta Venegas, Faitelson y José Ramón Fernández, entre muchos otros. Algo como lo que hace Krusty por el pequeño Timmy O'Toole. Y si eso no te convence, también hay un grupo de mariachis tocando la Bikina. Surreal.

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Dosis de surrealismo musical + cuento infantil, patrocinada por el Peyote.

Todo gira en torno a los zombies, los cuales resultan ser un factor clave para la economía mexicana. Y... bueno, la verdad es que te iba a dar un pequeño resumen de la trama, pero créeme, no hace falta. Es tan poco necesario como es divertido ver al Santos despedazando zombies con una sierra eléctrica.

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Todo es más divertido con una sierra.

3. Animación para adultos.

¿Cuántas veces has ido al cine y has podido decirle a la de la taquilla "deme un boleto para ver a La Tetona"? Estoy hablando de cines comerciales, claro. Aquí puedes hacer eso y no sentirte fuera de lugar. Otro detalle divertido es ver la reacción de los padres de familia cuando sus hijos les preguntan "¿de qué es esa película, papá?". La mayoría se hace güey, y hacen como que la Virgen les habla. OBVIAMENTE la película es sólo para mayores de edad. De entrada, si ves que en el cartel un personaje sale con las chichis de fuera, sabes qué esperar. No, no es cierto. Corregiré eso. De entrada, si el título "tiene que" ser censurado (pfffff) y no sabes de qué va esto, tienes un problema.

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Hay groserías, drogas, sexo, violencia, secreciones... en fin, son dibujos con humor negro, escatológico, vulgar. Hasta naco, si quieres. Supongo que ya te quedó claro. Si por alguna razón nunca has leído una tira del Santos, puedes esperar cosas del tipo Beavis & Butthead, Ugly Americans, La Casa de los Dibujos. Pero con onda chilanga. Y ya con eso, porque como dirían los maestros de Botellita de Jerez: lo naco es chido. Si te quieres poner exquisito, la animación no es buena. No es mala, mala, lo que se dice mala como pegarle a una viejita con un pavo en Navidad o matar un gatito en Año Nuevo. Pero tampoco es gran cosa. Una vez más, no nos importa. Uno va a estas películas a relajarse y reírse de unas cuantas estupideces. Y eso definitivamente lo logras, te lo aseguro.

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No te claves.

4. Cultura general.

Hay varias formas de saber cuando eres... digamos, de cierta edad. Una de ellas es darte cuenta de la cantidad de referencias a la cultura popular que tiene la película del Santos. Otra es darte cuenta que muchas de ellas son por demás predecibles, pero igual las disfrutas, porque sabes que son clichés tan bien aplicados que no te queda más que reír.

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Clásico que todos entrenan su Técnica de la Grulla.

Por otro lado... yo no sé si es cosa mía nada más, o esta película llegó varios años tarde. Es una sensación rara, como que muchas cosas me habrían parecido mucho más graciosas hace no sé, unos 10 años. Quién sabe. Lo que sí sé es que no cualquier puberto entendería muchas de las referencias que aparecen en el Santos. Por ejemplo, yo no sé si el partido de futbol con onda de Supercampeones lo hubiera disfrutado al mismo nivel que yo.

5. Porque sí.

Pues claro. En mi opinión esta es una de esas películas que debes ver, no porque sea una obra cumbre del cine mexicano, ni un ejemplar único de animación, ni siquiera una historia nueva. Ni siquiera porque en ella participan grandes talentos del cine nacional contemporáneo (¿y eso es bueno, no? creo..). Debes verla porque la vas a pasar bien, y pasarla bien es básico para cualquier mexicano. Es parte de nuestro folklore. Además, dentro de ese folklore existe gran sabiduría. O sea que aprenderás frases, qué digo frases, verdaderas joyas como "No hay nalga que una amistad valga". Como yo lo veo, estos fragmentos de conocimiento deben ser compartidos por todo aquél que se digne de ser llamado un buen macho. Por último, y no menos importante: debes ver El Santos vs. La Tetona Mendoza, porque si ya acompañaste a tu novia a ver ese bodrio de los pseudovampiros mariquitas, ahora ella debe acompañarte a ver al Sanx. Es lo justo. Si no lo hace, no te ama.

Ahora sí: ¡AGÁRRENSE, QUE AHÍ LES VA SU PADRE EL SANTOS!

 

Mié, 12/05/2012 - 11:47 -- Capitán Mantequilla