World War Z | Cosas que debes saber

 

Una de las películas más esperadas de este verano es sin duda World War Z. Por eso, aquí te decimos unas cuantas cosas que debes saber si es que decides verla (o no).

Antes de empezar, voy a recalcar lo obvio. World War Z está basada en la novela del autor/gurú-del-universo-zombie Max Brooks. Y por “basada” me refiero a que lo único que tienen en cómun es el título.

 

 

Y sí. Después de ver el primer trailer –incluso antes-, sabíamos que lo que veríamos en pantalla no tendría nada que ver con la obra de Brooks. Y para que se den una idea de esto, dice él mismo en esta entrevista que los productores lo invitaron a leer el guión… cuando ya habían comenzado a filmar. ¬¬

 

 

Bueno… dicho lo anterior, empecemos.

 

GUERRA LOCAL Z.

Cuando la anunciaron hace un par de años, muchos fans del género zombie nos emocionamos… hasta que supimos que el protagonista sería Brad Pitt. Y que conste que no tengo nada contra él, es buen actor y todo, pero es de esos nombres que sabes que inevitablemente van a provocar que el guión, la producción, en fin… toda la película trabaje en torno a ellos; y por consiguiente, las dimensiones de la mercadotecnia que acompañan al filme generalmente son inversamente proporcionales a la calidad del mismo. Y para muestra, tenemos la cantidad de carteles que se publicaron un par de semanas antes del estreno, en los que se observan diferentes ciudades del mundo devastadas por el apocalipsis zombie. 

 

[Como cuando México gana en el futbol. Aunque eso hace mucho no lo vemos.]

 

Hubiera estado padre ver eso en la película. Porque, ¿saben? Es una GUERRA MUNDIAL. En vez de eso, sólo vemos un par de ciudades (Filadelfia y Jerusalén), y ni siquiera se alcanza a apreciar por completo el mismo nivel de destrucción plasmado en los carteles. En un momento el director se acordó de esto, y en un micro-clip de 3 segundos las noticias hacen una mención a la Ciudad de México. Para mí no fue más que un intento muy patético por lograr la simpatía de los espectadores (lo cual tristemente lograron, al menos en la función que me tocó - ¿qué diablos le pasa a la gente que se ríe de todo?). No me sorprendería que la estrategia de mercado vaya más allá y en cada país donde la película sea exhibida le cambien el nombre a la ciudad que mencionan.

 

RÍOS DE CGI.

La mayoría de los fans del género zombie estamos de acuerdo en que “28 Days Later”, de Danny Boyle, junto con el remake de “Dawn of the Dead”, de Zack Snyder, son dos películas que revivieron el género, haciendo uso de algo tan fundamental como aterrador: hacer rápidos a los zombies. (Sí, sabemos que en 28 Days Later no son estrictamente zombies, pero ése no es el punto.)

En World War Z podemos ver a los zombies correr más rápido que nunca. De pronto las calles se convierten en ríos de infectados sin control, fluyendo por todas partes. Este es uno de los elementos visuales más impresionantes de la película.

 

[Algo así como el Metro del DF un lunes a las 8 de la mañana.]

 

“Aaaaay weeeeey…. Ahora sí ya nos jodimos.” Es lo que cualquiera de nosotros pensaría si es que llegara a encontrarse con montones de estos zombies corriendo detrás. Y eso, si logramos sacarles ventaja, porque al parecer son tan rápidos que ni siquiera las caras podemos verles. Ni siquiera podemos verlos con tantito detalle. Ni hablar de la edad, género, estatura, ropa, etc. Es más: a veces parecen más animales que personas.

 

[Gracias CGI. Ahora no podré volver a ver un hormiguero de la misma manera.]

 

Y por supuesto, en ningún momento podemos ver cosas como, no sé… marcas de mordidas en brazos, cuello, cara; llagas, heridas, piel pudriéndose, restos de sangre en los dientes y la boca, intestinos colgando, y un largo etcétera que uno esperaría de una película de zombies. Lo que me lleva al siguiente punto…

 

MALDITA SEAS, PG-13.

WWZ está clasificada por la Motion Picture Associaton of America como PG-13, lo cual sería algo así como nuestra clasificación “B: Adolescentes y Adultos”. En su afán por garantizar una mayor cantidad de espectadores, la producción decidió “suavizar” las escenas de violencia y gore, quitándole una parte esencial a las características típicas de un zombie cualquiera (ver siguiente punto), y condicionando el guión por completo durante el proceso.

 

Aquí vemos a Brad Pitt bañado en sangre. No es broma: esto es lo más sangriento que verán en toda la película. Lo demás, tendrán que imaginárselo.

 

WORLD WAR RABIES.

¿Y por qué dije que el guión está condicionado por completo por la clasificación PG-13? Veamos: a la mayoría de las personas normales nos asusta la idea de morir. Y si nos dieran la opción, escogeríamos hacerlo dormidos, o incluso en alguna situación tan violenta y repentina que nos ahorrara el sufrimiento. Pero a nadie, a NADIE le agrada la idea de morir devorado a manos de múltiples cadáveres vivientes, ya no digamos sobrevivir a un ataque para convertirse después en uno de ellos. Es por esto que los zombies dan miedo, o ya mínimo lo ponen a uno nervioso.  Es nuestro instinto básico de supervivencia.

 

 

El zombismo es una enfermedad, y como tal la tratan en el filme (con un antídoto interesante, debo admitir). Pero la despojan de esa característica significativa que la hace temible e implacable: el hambre constante e insaciable. Cuando a los zombies se les quita lo que los define, para mí no son más que una mala copia de los infectados de Danny Boyle, una especie de rabia llevada al extremo. Hasta una hipotética y temida mordida se vuelve increíblemente común (cuando vean esa escena se acordarán de mí). La humanidad no corre para no ser devorada, sino para no ser infectada. De nuevo 28 Days, pero chafa. Esto fácilmente podría llamarse “World War Rabies”, y sería más apropiado.

 

CONCLUSIÓN.

Contrario a lo que pudieran pensar después de leer esto, World War Z no es una mala película. Es entretenida, sí. Definitivamente no te vas a aburrir, tiene mucha acción. También hay varias escenas llenas de adrenalina y suspenso (supermercado, avión, laboratorio). Tiene su dosis –aunque pequeña- de drama postapocalíptico. Diría que es como cualquier otra película de zombies pero, en mi opinión, su mayor pecado es precisamente no serlo, y dejar a los zombies atrapados en el título de un gran libro cuya historia tenía un enorme potencial para ser bien adaptado a la pantalla. Como el mismo Max Brooks lo dice en la entrevista de arriba: Si la vas a ver, no esperes ver el libro. Es una película de acción: trata de disfrutarla como tal, porque puede volarte la cabeza. O no.